
A Carlos Huerga
Los kilómetros
perdiéndose en el retrovisor.
El arcén corriendo
paralelo a nosotros
como una serpiente blanca y eterna
a la espera de engullirnos.
¿Ves el infinito en el desierto?
El sudor escuece en los ojos
como reencontrar cartas
de un amor olvidado.
Rage Against the Machine
en el equipo de música.
Dunas, cactus y cables de tendido eléctrico
a ambos lados de la carretera.
Buitres sobre nuestras cabezas.
Nada más.
Silencio a nuestro alrededor,
latas de cerveza vacías
en el asiento trasero.
Tom Morello marcándose un rift
que se entremezcla con el aullido de un coyote.
Territorio Apache.
Pueblo guerrero
convertido en propaganda,
películas del Far West.
Gerónimo nos saluda
desde lo alto de una loma,
entre un cartel publicitario de Marlboro
y otro de Jack Daniel´s.
Cambio de rasante.
Nuevo paisaje.
Las Vegas brillan a lo lejos.
Mujeres que nos saludan,
ofreciendo mamadas por una copa.
La tierra del vicio abre sus puertas.
La lucha por el sufragio universal
se resume a unas piernas abiertas
a cambio de un pollo de cocaína.
Aceleramos.
El humo del tubo de escape
tizna las lágrimas de Clara Campoamor.
Una estrella fugaz
sobre la brújula de este Road Movie.
El grito de los Panteras Negras
nos dice que huyamos.
A nuestro alrededor pistolas,
jeringuillas, cadáveres.
El espíritu de Malcom X
se lamenta en silencio.
Los derechos de los negros
convertidos en una pipa para fumar crack.
Políticas separatistas,
guetos y violencia.
Luther King se despide
entre sollozos
gritando que una vez tuvo un sueño.
El viaje llega a su fin.
Una vuelta más en el cuentakilómetros.
La miseria de esta sociedad
aún empapa nuestras gargantas.
La estatua de la libertad aparece en la distancia.
Unas luces de neón nos saludan
“welcome to the land of the opportunities”
Poema XX, extraído del libro Fragmentos, sueños y derrotas. Vol. I
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