
Habitaciones de hotel,
olor a lejía y abrillantadores de madera.
Una cama anónima
que habla de parejas desconocidas.
Miradas reflejadas en las paredes
me observan en silencio,
al otro lado del vacío
que su ausencia sustituyó con nuevos clientes.
Nuevos rostros
nuevas personas,
nuevos sueños.
Un espacio siempre lleno,
nunca vacío.
Habitaciones de hotel.
Suelos desgastados.
Limpieza forzada
para imponer comodidad aséptica.
Habitaciones de hotel,
metáforas humanas
construidas con ladrillos
para revelar lo que es la vida:
un continuo viaje
desde el nacimiento a la tumba
dejando a nuestro paso
habitaciones vacías que otros
sin conocernos,
se encargarán de ocupar.
Versos extraídos del poemario Fragmentos, sueños y derrotas. Vol I
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